ESCRITURATERAPIA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

Hoy os proponemos un juego terapéutico, un darse cuenta a través de la escritura:

Date un tiempo y un espacio en soledad, para estar contigo misma, sin distracciones personales ni virtuales (¡apaga el móvil!).

Coge papel y lápiz.
Escribe: «si mi corazón hablara, ¿qué diría? ¿qué está deseando decirme?».

Déjate escribir, sin censura, lo que sea que venga. Casi como si fuera el lápiz el que maneja las palabras y tú hubieras perdido el control.
Déjate.
Todo lo que salga estará bien.

Al terminar, relee lo escrito con ojos benevolentes. Y déjate disfrutar del regusto placentero de la expresión.

La escritura me ordena, me calma y me narra. Me permite desenredar fuera el enredo que me habita.
La escritura, si es poética (o lo que es lo mismo, si no tiene que seguir una lógica), es el lenguaje del corazón: absurdo, incoherente, conflictivo y verdadero.

La escritura me permite narrarme mi historia, darme cuenta de lo que me está pasando y estoy sientiendo.

La escritura es poner las palabras a jugar, libres y sin censura, para que digan lo que está deseando decirse.

Patricia Narbona